Por qué puede ser una buena idea esperar a fin de año para solicitar una hipoteca
Esperar al final de año para pedir una hipoteca puede ser una estrategia rentable, ya que los bancos suelen lanzar ofertas más competitivas
Hipoteca fija o variable: qué opción es mejor si estás pensando comprar piso en 2026 (pros y contras)
Comprar una vivienda es, para la mayoría, la decisión financiera más grande de su vida. No es solo por la cantidad de dinero que supone, sino porque las condiciones del préstamo que se firme acompañan durante los próximos 15 a 30 años. Por eso, el momento en el que se solicita una hipoteca puede marcar una gran diferencia.
A primera vista, puede parecer lógico que cuanto antes se consiga el crédito, mejor. Pero no es tanto así. En el mercado hipotecario español, donde los tipos de interés, las estrategias comerciales de los bancos y las regulaciones cambian con rapidez, esperar unos meses puede ser una jugada inteligente. Muchos expertos señalan que los últimos meses del año son, tradicionalmente, una de las mejores ventanas para negociar una hipoteca.
Esto es debido a que los bancos cierran ejercicio en diciembre y, con ello, sus objetivos de captación de clientes. Si aún no han alcanzado sus metas de volumen, suelen lanzar campañas más agresivas de final de año: hipotecas con tipos más bajos, rebajas en las comisiones de apertura, eliminación de productos vinculados o condiciones más flexibles para perfiles solventes. Y eso, en un escenario en el que el Euríbor se mantiene estable en torno al 2% puede traducirse en un ahorro de miles de euros a lo largo de toda la hipoteca.
Razones por las que esperar puede ser una buena idea
Cuando se habla de vivienda, la idea de que el tiempo juega a nuestro favor puede que no sea tan acertada, especialmente si se teme que los precios sigan subiendo. Sin embargo, en el caso de las hipotecas, esperar a final de año puede ser una ventaja real. No se trata solo de buscar un mejor momento económico, sino de también aprovechar los movimientos del mercado bancario, los ajustes en el Euríbor y hasta las promociones que lancen los bancos.
Promociones y rebajas de fin de ejercicio bancario
Igual que las tiendas lanzan ofertas de última hora antes de cerrar el año, los bancos también lo hacen. En los meses de octubre a diciembre, muchas entidades financieras intentan cumplir sus objetivos de concesión de crédito, lo que quiere decir que sus tipos de interés son más competitivos o hay unas condiciones más flexibles.
Durante el cierre del año pasado, varios bancos lanzaron campañas con hipotecas fijas al 2,5% TIN y variables con diferenciales por debajo del 0,5%. Esto suele repetirse cada año. Las entidades compiten por atraer a los últimos clientes del ejercicio, lo que da margen al consumidor para poder negociar mejores condiciones o eliminar productos vinculados como seguros o planes de pensiones. Incluso puede que ofrezcan bonificaciones de última hora, eliminen la comisión de apertura o rebajen el interés de los primeros años.
Estabilización del Euríbor y tipos de interés
El Euríbor se ha estabilizado alrededor del 2% en 2025, tras dos años de turbulencias por las subidas del BCE. Se espera que el indicador oscile entre el 1,9% y el 2,2% durante los primeros meses, con una tendencia a mantenerse o incluso bajar ligeramente si la inflación sigue contenida.
Esto quiere decir que las condiciones hipotecarias podrían mejorar ligeramente a medida que se va acercando diciembre, sobre todo si los bancos aprovechan ese entorno estable para ajustar márgenes y lanzar nuevas ofertas mixtas o fijas.
Tiempo extra para mejorar tu perfil financiero
Otra ventaja de esperar es poder llegar al banco con los deberes hechos. Unos meses más pueden ser decisivos para mejorar tu solvencia y, con ello, la capacidad de negociación. Se pueden reducir deudas pendientes, aumentar los ahorros, regularizar la situación laboral y corregir errores en el historial crediticio.
Los bancos valoran más la estabilidad que la prisa, y un perfil que presente ingresos regulares, bajo nivel de endeudamiento y un ahorro sólido, puede obtener tipos de interés más bajos.
Cambios fiscales y regulatorios que pueden jugar a favor
Los últimos meses del año también son el momento en el que se anuncian modificaciones fiscales o nuevas ayudas a la vivienda. Si se espera a diciembre, se podría beneficiar de esos cambios normativos o de algún ajuste en las deducciones por vivienda habitual o rehabilitación energética.
En años anteriores, el cambio de año marcó la diferencia entre poder deducir un porcentaje de los gastos o quedarse fuera por apenas unas semanas.
Un mercado más calmado y más margen de negociación
La compra de vivienda suele concentrarse entre la primavera y el verano, coincidiendo con el momento en que más familias buscan mudarse. A finales de año, este ritmo baja, la competencia por los inmuebles desciende y los vendedores suelen mostrarse más flexibles.
Además de obtener una hipoteca en mejores condiciones, también se podría negociar un mejor precio por la vivienda. Los precios de cierre suelen moderarse en torno al 2% y 3% en el último trimestre del año, sobre todo en zonas urbanas donde la oferta es más estable.
