Turismo de infraestructuras cerca de Madrid: presas, puentes y centrales hidroeléctricas que vale la pena conocer
Un turismo menos convencional, pero que puede sorprender si te atreves con una escapada diferente
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Más allá de los clásicos museos, los lugares emblemáticos y las pintorescas catedrales, existen joyas de la arquitectura mucho menos exploradas en el entorno madrileño. Nos referimos a algunas de sus infraestructuras más icónicas, como presas monumentales, centrales hidroeléctricas históricas y puentes emblemáticos que demuestran que el ingenio humano puede trabajar en armonía con el agua y la roca. Aquí tienes propuestas para una escapada diferente, cerca de la capital.
Infraestructuras a visitar cerca de Madrid
La presa de El Atazar: la más grande de Madrid
El embalse de El Atazar, ubicado en el río Lozoya, es la presa de mayor capacidad en la Comunidad de Madrid. Tiene 425,3 hm³, lo que equivale al 46% del volumen embalsado de la región. Su muro es de bóveda de doble curvatura, con 134 metros de altura.
Además, El Atazar no solo sirve para abastecimiento: cuenta con una minicentral eléctrica dotada de turbinas Francis cuya potencia alcanza los 4.780 kW. Para los amantes de la naturaleza y la ingeniería, el embalse ofrece rutas de senderismo por galerías subterráneas de inspección que superan los 8 kilómetros.
Presa y central de Puentes Viejas
La presa de Puentes Viejas, en la cuenca del Lozoya, integra también generación eléctrica. Su muro alcanza 66 metros y almacena hasta 53 hm³ de agua. La minicentral del canal puede turbinar hasta 18 m³/s, con una potencia de 7.200 kW. Esta obra hidráulica forma parte del esencial sistema de abastecimiento de Madrid gestionado por el Canal de Isabel II.
El Pontón de la Oliva: la más antigua del sistema
Poco conocida pero fascinante, la presa del Pontón de la Oliva data de 1857, siendo la más antigua dentro del sistema de presas del Canal de Isabel II. Se construyó como presa de gravedad sobre el río Lozoya y fue clave en los orígenes del abastecimiento de Madrid. Aunque ya no opera como antes, forma parte de rutas históricas y senderos del agua en Sierra Norte.
La Fábrica de la Luz en Cercedilla: central hidroeléctrica-museo
En plena Sierra de Guadarrama, Cercedilla alberga uno de los ejemplos más accesibles de turismo industrial: la Fábrica de la Luz. Se trata de una central hidroeléctrica pionera, hoy convertida en museo con visitas guiadas que muestran cómo se generaba electricidad y agua potable en las primeras décadas del siglo XX. El recorrido permite contemplar máquinas originales y las conducciones que transformaron la vida del valle.
El embalse de Riosequillo y su piscina natural monumental
El Embalse de Riosequillo, en el curso medio del río Lozoya, es parte esencial del sistema hidráulico de la Sierra Norte madrileña y del Canal de Isabel II. Fue inaugurado en 1958 y hasta 1967 fue embalse de cabecera antes de que comenzara a operar el de Pinilla.
Pero no solo eso: como zona recreativa alberga también la piscina natural más grande de España, con una lámina de agua de aproximadamente 4.500 m², capacidad para unas 2.305 personas y acceso gratuito a un entorno paisajístico privilegiado. Desde el área recreativa junto al embalse se puede observar la presa y el entorno montañoso, lo que la convierte en mezcla de naturaleza e ingeniería.
La Presa de El Villar: proyecto visitable desde Madrid
Otra infraestructura menos conocida pero con interés histórico es la Presa de El Villar, construida entre 1868 y 1882, de tipo arco-gravedad. Su construcción está ligada a las primeras etapas del abastecimiento de agua que precedieron al sistema moderno del Canal de Isabel II.
El circuito de visitas “Visita a los orígenes del Canal de Isabel II” incluye esta presa como una de sus paradas, con traslados en autobús desde Madrid y explicación guiada del contexto hidráulico y de obra civil del siglo XIX
Otras infraestructuras abiertas al público
El Canal de Isabel II ofrece visitas guiadas gratuitas a algunas instalaciones hidráulicas de Madrid. En eventos recientes, se han abierto al público la presa de Manzanares El Real y la central hidroeléctrica de Torrelaguna.
Asimismo, el Museo-Hidroeléctrico de Bolarque, sobre el río Tajo, permite adentrarse en las centrales de Bolarque y conocer su historia energética acompañada de exposiciones permanentes.
¿Por qué vale la pena este turismo de infraestructuras?
Visitar presas, centrales y obras hidráulicas no es solo para ingenieros. Es una experiencia que permite comprender cómo se gestiona el agua, recurso vital en una región madrileña con estacionalidad hídrica. Además, conecta con el legado técnico de la región, ya que muchas de estas infraestructuras constituyen hitos históricos de ingeniería.
Se trata de una forma diferente para disfrutar de paisajes singulares, con embalses amplios, miradores panorámicos y la mezcla de agua, piedra y vegetación. Un turismo menos convencional pero igualmente educativo e inspirador.
