Cómo preparar oposiciones sin dejar de trabajar: consejos y estrategias de un experto
Preparar unas oposiciones mientras se trabaja es todo un reto que necesita de organización, constancia y estrategias adaptadas para estudiar más eficientemente
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En España, preparar oposiciones es un camino que muchos eligen en busca de la estabilidad laboral a largo plazo. No obstante, no todos los aspirantes pueden permitirse dejar su trabajo para dedicarse exclusivamente a estudiar. De hecho, una gran cantidad de los opositores de este país compagina sus jornadas laborales con la preparación de estas pruebas, algo que añade un nivel considerable de dificultad.
Un escenario como este exige un enfoque diferente: no basta con estudiar mucho, sino que hay que estudiar bien. La gestión del tiempo, el uso de técnicas de estudio efectivas, la salud emocional y la constancia se convierten en pilares imprescindibles para quienes quieren conseguir una plaza sin abandonar sus obligaciones profesionales. Tener una estrategia clara puede marcar la diferencia entre conseguir la plaza o no.
Planificar con sentido común: prioridad, tiempo y ritmo
El punto de partida es reconocer las prioridades. Si trabajar es indispensable, se debe integrar el estudio de una manera realista, sin presionarse con objetivos irreales. Definir claramente qué espacio se tiene para opositar: si se cuenta con 20 horas semanales, por ejemplo, se deben distribuir en tramos asequibles. La clave está en que esas horas sean regulares y sostenibles en el tiempo.
Un plan de estudios bien organizado es fundamental: dividir el temario total, estimar el tiempo necesario que requiere cada tema y marcar hitos en el calendario personal.
Aprovechar cada minuto: mini sesiones y estudio móvil
El truco consiste en hacer que cada minuto cuente. Estudiar antes de trabajar puede ayudar a aprovechar la energía al máximo. Además, se pueden aprovechar los espacios muertos, como puede ser entre trayectos en transporte público o descansos, para repasos o escuchar audios del temario.
Convertir estos momentos en hábitos efectivos puede facilitar avanzar sin sentir agobio o presión, y además, refuerza la constancia y es vital en procesos a largo plazo.
Técnicas de estudio que funcionan
Estudiar bien es más eficaz que estudiar mucho. Estas técnicas que compartimos a continuación están respaldadas por la evidencia educativa:
- Pomodoro: la famosa técnica en la que se establecen ciclos de 25 minutos de estudio combinados con 5 minutos de descanso. Al completar cuatro ciclos, se tiene un descanso de entre 15 y 30 minutos. Esta técnica ayuda a mejorar la concentración y disminuye la fatiga.
- Repetición espaciada: se debe revisar el material en intervalos crecientes para ayudar a la memoria a largo plazo.
- Mapas mentales y esquemas: es una gran forma de sintetizar y relacionar conceptos complejos y poder hacer repasos de manera más efectiva y rápida.
- Simulacros regulares: con ellos se entrena el formato del examen y se ayuda a identificar debilidades.
Un estudio en España muestra que el uso de estas técnicas, junto con métodos complementarios como los tests personalizados de plataformas como OpositaTest, mejoran mucho la eficacia y la motivación.
Crear una rutina sostenible y cuidar la salud
Establecer una rutina inclusiva en la que se integre descanso, ejercicio y dieta equilibrada es crucial. Se tiene que tener en cuenta que mantener una buena salud física y mental es igual de importante que el estudio en sí. Pensar que estudiar una oposición es como una maratón y no como un sprint ayuda a evitar el agotamiento, algo muy común cuando se combina trabajo y estudio.
Preparar la parte oral e intervenciones en tribunal
La fase de entrevista o exposición oral suele generar un estrés añadido, sobre todo cuando no se tiene práctica. Algunas academias de opositores ofrecen simulacros que entrenan comunicación, lenguaje corporal y control de nervios. Practicando teniendo en cuenta estas estrategias, las probabilidades de éxito aumentan al estar más familiarizado con el formato y, además, se mantiene la confianza bajo presión.
Apoyo psicológico: aprender a manejar la presión
Tener un psicólogo o mentor que pueda acompañar durante este proceso hace que se lidie mejor con la ansiedad que puede provocar la presión por conseguir la plaza, y también, mejora el rendimiento. Para ello se pueden utilizar técnicas de autoconocimiento, control de estrés y visualización, con resultados claros en la mejora del foco y la autoconfianza.
Flexibilidad y adaptabilidad
Se tiene que tener en cuenta que habrá días malos y días mejores. Pueden surgir imprevistos laborales que no se puedan eludir y hagan que se tenga que posponer la sesión de estudio. En estos casos, retomar el equilibrio, replanificar objetivos y celebrar las pequeñas victorias que se vayan consiguiendo forma parte del éxito sostenido.
Herramientas digitales y comunidades de estudio
La tecnología tiene un papel clave. Hoy en día se pueden encontrar plataformas LMS, apps de test, foros de opositores, podcasts temáticos y herramientas colaborativas que hacen más sencillo el estudio flexible. Estas herramientas combinadas con grupos o academias consiguen que los opositores no se sientan aislados y estén más motivados.
