Así vigilará Consumo los fraudes en el Black Friday
El Ministerio de Consumo perseguirá desde falsas rebajas hasta patrones oscuros, precios personalizados y técnicas de venta bajo presión para garantizar compras transparentes
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A estas alturas, la mayoría de consumidores ya habrá recibido decenas de ofertas relacionadas con el Black Friday, pero este año llega con un refuerzo especial: el Ministerio de Consumo ha puesto en marcha una campaña masiva de vigilancia para detectar fraudes, inflaciones artificiales de precios y cualquier práctica comercial desleal. El objetivo, según ha explicado nuestra compañera Cristina Montalvo, es proteger a los consumidores en uno de los periodos de compras más intensos del año.
Como es habitual, se seguirán investigando las falsas rebajas, esas prácticas en las que los precios se elevan días antes para luego presentarse como grandes descuentos. Sin embargo, el Ministerio de Consumo ha indicado que quiere ir más allá y combatir lo que denomina “patrones oscuros”, técnicas digitales que inducen a decisiones erróneas y que serán rastreadas mediante barridos tecnológicos.
Ojo a las ofertas engañosas y los precios personalizados
Entre las conductas que se perseguirán figuran las comparaciones engañosas de precios, como anunciar ofertas basadas en un supuesto precio anterior que un producto nunca ha tenido. También se vigilarán los precios personalizados, esos que se ajustan al alza en función de la información que el propio usuario ha dejado en sus búsquedas previas y que sugieren que estaría dispuesto a pagar más.
Otro foco importante serán las técnicas de venta bajo presión, muy extendidas en el comercio electrónico. Entre ellas destacan los relojes de cuenta atrás irreales, los mensajes que alertan de que un producto “está a punto de agotarse” o cualquier mecanismo que genere una urgencia artificial, empujando al consumidor a comprar de forma precipitada. A esto se suman los precios dinámicos y los precios por goteo, situaciones en las que el importe final aumenta a medida que avanza el proceso de compra y no se muestra con claridad desde el inicio.
El ministro de Consumo ha sido tajante al respecto: “No se puede construir un modelo de negocio basado en prácticas engañosas, abusivas o ilegales. El consumidor debe poder tomar decisiones con información veraz, y quien no lo haga así, lo va a pagar”.
No se puede construir un modelo de negocio basado en prácticas engañosas, abusivas o ilegales. El consumidor debe poder tomar decisiones con información veraz, y quien no lo haga así, lo va a pagar
De hecho, ya existen precedentes. En la pasada campaña del Black Friday, se han impuesto 350.000 euros en sanciones a siete empresas por prácticas fraudulentas. Este año, la vigilancia ya ha comenzado y se centrará sobre todo en los operadores de comercio electrónico, en especial en sectores como textil, juguetes, tecnología y pequeños electrodomésticos, así como en plataformas que acumulen un volumen elevado de reclamaciones de usuarios.
Con el Black Friday en marcha, Consumo ha avisado: las empresas que vulneren la transparencia se enfrentarán a sanciones, y los consumidores pueden exigir información real, precios claros y ofertas honestas.
