La pirámide del sueño que recomiendan los médicos para dormir bien y evitar el insomnio
Unos 12 millones de españoles se despiertan cada mañana con sensación de cansancio
Dormir más los fines de semana: ¿cuál es su impacto y qué hace al corazón?
Uno de cada cuatro españoles duerme mal y se despierta con la sensación de no haber descansado lo suficiente. El 15% de la población tiene insomnio crónico. Unos 12 millones de españoles se levantan cada mañana con sensación de cansancio, lo que puede convertirse en una pesadilla. Y no solo los adultos, el 25% de los menores no tienen un sueño de calidad, lo que puede desencadenar ciertas enfermedades.
Los médicos tienen algunos consejos para mejorarlo porque dormir mal puede acortar la vida hasta dos años y medio. Los expertos han creado la pirámide del sueño cuatro pasos claves para vivir mejor.
¿En qué consiste la pirámide del sueño?
Los expertos han creado la pirámide del sueño con cuatro claves para dormir mejor:
- Intentar irse siempre a la cama a la misma hora y no cenar tarde.
- No hacer deporte justo antes de acostarse y no beber muchos líquidos.
- Tener una buena temperatura en la habitación y por supuesto nada pantallas.
- Una vez en la cama no discutir, no hablar de trabajo simplemente dormir.
En nuestro país somos líderes en consumo de fármacos para dormir. “No existe ningún fármaco específico para tratar el sueño solamente tienen utilidad en espacios cortos de tiempo”, sentencia el portavoz. Así que, antes de tomar fármacos, hay que probar estos pasos.
Las consecuencias de dormir mal en la salud
Dormir mal de manera continuada tiene efectos demoledores para la salud. “Tienes menos rendimiento, más posibilidades de accidentes, menos concentración y aprendizaje y tendencia a la depresión y ansiedad”, explica Lorenzo Armenteros, portavoz de Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Estar carentes de estímulos externos hace que nuestra cabeza pueda resetear y empezar de nuevo. Dormir no es un proceso pasivo y estar carentes de estímulos externos hace que nuestro cerebro pueda hacer funciones tan básicas como regular la presión arterial, la presión cardiaca y mejorar nuestro sistema inmunológico.
