El mundo interior de Santi Balmes es un torrente de imaginación, ideas atrevidas y pensamientos disparatados. Posee una voz interior que oscila entre situaciones marcianas y momentos de íntima vulnerabilidad cuando escucha una canción que le parte en dos. En ‘Un día en mi cabeza’ (Lunwerg), su primer libro de no ficción, el autor indaga en esa idea mezclando música y emociones, y fantasea con la idea de cómo sería pasar un día en su cabeza, esto es: capítulo a capítulo, desde que se levanta hasta que se acuesta, asociando cada momento de ese día imaginario (o no) con sus canciones favoritas, explicando su selección, en qué momento las escucha, para qué sirven. Fantasía, melomanía y también un poco de musicoterapia en una lectura que entusiasmará a cualquier buen aficionado a la música.
“Para ser creativo tienes que ser valiente, algo inconsciente y desarrollar gran tolerancia al fracaso”, nos cuenta en una entrevista con Noticias Cuatro. “Cualquier arte tiene muy complicado luchar contra la música. Es el lenguaje de los dioses”, explica.
En ‘Un día en mi cabeza’ seguimos al protagonista a lo largo de un día cualquiera en el que ocurre lo previsible (la visita al fisio, conducir hasta la radio o pasear al perro) y lo inesperado (como que se te aparezca Bukowski de copiloto, recordar esa vez que coincidió con Jarvis Cocker en un tren o conocer la historia de Roy Sullivan, el hombre que fue alcanzado siete veces por un rayo). Y cada detalle asociado a las canciones, que hablan de «la época en la que impactaron en tu corazón».
Santi Balmes, en opinión de muchos, el vocalista más genial de su generación y dueño de una voz interior e imaginación desbordantes, nos regala el libro musical que cualquiera de nosotros hubiese querido escribir.