Melbourne y Tasmania, las dos ciudades australianas que están en el fin del mundo

Además de su rollo surfero, su alegría, sus grafitis y el deporte, Australia es muy conocida por su fauna. Viajeros Cuatro ha cruzado de Melbourne hasta Tasmania para conocer en primera persona al temido demonio de Tasmania que, en realidad es un apacible animal que, aunque tenga los dientes llamativos, es completamente inofensivo. También hemos visto a los wombat, que han mordisqueado el pantalón de nuestro reportero y, por supuesto, a los koalas – durmiendo una media de 20 horas al día - y a los canguros, con sus mini-canguros dentro de sus bolsas incluidos.

Barbacoa de carne de cocodrilo y de canguro

En Melborune, la barbacoa es la mejor forma de comer y cenar con los amigos. ‘Viajeros Cuatro’ ha entrado en una adinerada casa de la ciudad donde la carne de cocodrilo y la de canguro se consume como un auténtico manjar. Ambas son bajas en colesterol y, aunque a la dueña le da pena porque luego “ve los canguros en su día a día”, lo cierto es que hay tanta superpoblación de esta especie que se les ha llegado a tachar de “plaga nacional”.

Tampones pegados en la pared del arte

Melborune es una ciudad llena de arte urbano pero, concretamente, los graffitis del callejón Hosier Lane son los más fotografiados por los turistas. El motivo es porque pueden estar acompañados de cualquier otro tipo de objeto, como tampones pegados o una estrella hecha con salvaslip. La malagueña que nos ha llevado allí no se ha sorprendido de nada porque en Melbourne la libertad de expresión está por encima de los prejuicios.

ST Kilda, la ciudad donde los bomberos se disfrazan al salir de trabajar

St. Kilda es el barrio costero, donde todo el mundo “puede hacer lo que quiera”. De hecho, nuestra guía anfitriona se ha topado con un grupo de bomberos disfrazados, que estaban celebrando así que ya habían terminado su jornada de trabajo.