Tras el fracaso del ‘Capricho montañés’ de Pepe, los comensales han notado que el anfitrión estaba muy decaído y han decidido utilizar la jaula que Violeta le había regalado para gastarle una broma y quitarle hierro al asunto. A ellos les ha hecho mucha gracia, pero Pepe no parecía reírse mucho.