Nando es un kamikaze profesional. Ha llamado a una de sus amigas de la infancia, para decirle que está enamorado de ella y que está seguro de ella también. Lara, la víctima, se ha quedado tan alucinada que no le ha vuelto a coger el teléfono por lo que la broma no ha quedado resuelta y Nando ha perdido los cincuenta euros.