"Me parece gravísimo que una paciente se enteré de su diagnóstico a través del teléfono. Estamos ya acostumbrados a una serie de errores. La ministra Mato, además de dimitir, tendría que pedir perdón. El gobierno tiene que garantizar la seguridad si quiere traer a misioneros. Si decide traerlos, debe hacerlo bien. El presidente tendría que salir del plasma y dar la cara", cuenta Sor Lucía Caram.