Su gol suponía el 4-1 definitivo, y el partido estaba más que resuelto. Con los jugadores del Atlético de Madrid abatidos y derrotados, el futbolista del Madrid celebró su gol de penalti como si hubiera sido el gol del Mundial. Para Alberto Cuéllar y Kiko Matamoros la celebración no quiere ofender. Para el resto de colaboradores, su euforia y narcisimo sobraron