Los expertos creen que el diestro tuvo que ingerir una cantidad considerable de alcohol el día del accidente de tráfico que costó la vida a Carlos Parra para que, casi tres horas después de la colisión, arrojase una concentración de 1,26 gramos por litro de sangre, casi el triple de lo permitido. José Ortega Cano declaró que no bebió nada de alcohol.