Iván y Vanessa aprenden a ejercer su autoridad sobre Ainhoa
cuatro.com
14/10/201110:50 h.Iván y Vanessa no recuerdan un día sin gritos en su casa. Las pareja se pasa el día regañando a su hija Ainhoa, que se niega a obedecer y a seguir las normas.
Igual que Ainhoa, muchos niños no respetan las reglas y sus padres son incapaces de ejercer su autoridad sobre ellos. Los más pequeños recurren a las pataletas y se pasan el día peleando con sus padres, que desesperados recurren a gritos y castigos pocos eficaces.
Para conseguir que los niños obedezcan, 'Supernanny' da unas sencillas pautas a los padres, que sin alterarse conseguiran que sus hijos reconozcan su autoridad, atiendan a sus peticiones y hagan caso.
- Dar las órdenes serenos, con un tono de voz tranquilo pero firme y una sola vez. La tranquilidad es importante porque los niños imitan el estado de ánimo y afrontar su actitudes de forma tranquila evita que los niños se alteren.
- No dar más de una orden
- Después de dar una orden, nos retiramos. Si el niño no cumple la orden se la repetimos y nos volvemos a retirar.
- Siempre damos la opción de hacer lo que le pedimos con él.
- Evitar el abuso del tono de voz alto para que no pierda su eficacia.
- Aunque no hay que abusar del castigo, si hay que poner consecuencias. Para que la consecuencia sea eficaz tiene que ser muy clara y se tiene que hacer en el momento. Hay que decirles exactamente lo que va a pasar si no hacen lo que queremos y lo que ocurrirá si lo hacen.
- No atender el comportamiento inadecuado y hacerles ver que la norma que hay que seguir es otra, ayuda a que lo niños reconozcan la autoridad
Cómo dar una orden
Para que los niños atiendan a las órdenes de los adultos es importante aprender a darlas de forma adecuada. Para conseguirlo, 'Supernanny' da unas sencillas pautas para que los niños entiendan las órdenes.
- Ponerse a la altura del niño y mirarle a los ojos
- Dar una única instrucción
- Una vez que hemos dado la instrucción, hay que pedir al niño que nos repita lo que tiene que hacer para asegurarnos de que lo ha entendido
- Si el pequeño no es capaz de explicarnos lo que tiene que hacer, repetimos el mismo mensaje y le pedimos que lo vuelva a repetir la orden
- Cuando el niño ha entendido la orden tenemos que hacer con él lo que hemos pedido