Después de pasar seis horas viajando en la furgoneta, Santiago Segura se mostró algo molesto y definió el viaje como "una prueba de resistencia a la paciencia". "Estaba cabreado, se le ha cambiado el gesto. Tiene que acostumbrarse a viajar de otra manera, a conocer el pueblo desde dentro", ha opinado Jesús Calleja.