Muy poca gente vive allí y acceder a la zona tiene que ser con la compañía de algún aldeano. Ureka es una zona aislada, salvaje y ausente de turismo y por eso Calleja no quería de su invitada se fuera de allí sin presenciar las maravillas del lugar: “Parece una película de Hollywood”, ha exclamado cuando tenía ante sus ojos cascadas de agua dulce de lo más alucinantes.