El hallazgo de las ondas gravitacionales da alas a la física moderna
ATLAS
13/02/201613:51 h.Si durante años la astronomía nos ha permitido observar el universo, a partir de ahora con el descubrimiento de las ondas gravitacionales podremos en cierto modo "escucharlo". Su hallazgo se conoció hace tan sólo unos días y promete revolucionar la forma en la que los científicos estudian el cosmos.
Las ondas gravitacionales son una oscilación en el tejido espacio-tiempo. El primero en plantear su existencia fue el físico Albert Einstein en 1916 en su Teoría de la Relatividad General. Para entender qué son podemos fijarnos en las oscilaciones que se producen en un estanque al lanzar una piedra, aunque, en teoría, las ondas gravitacionales son en sí una deformación del tiempo y el espacio que viaja a la velocidad de la luz.
La precisión necesaria para detectar una onda gravitacional es enorme, porque su efecto es minúsculo y fácilmente confundible con el ruido en el Universo. Por eso se necesita de una técnica de análisis casi perfecta y ahí entra en juego el experimento LIGO. El Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales es un detector subterráneo ubicado en Washington, en Estados Unidos, y construido en 1999.
El director ejecutivo del proyecto, David Reitze, se muestra emocionado con este logro. "Creo que es algo grande. Para mí estaría al mismo nivel que el hallazgo del bosón de Higgs e incluso podría aventurarme y decir, aunque esto es subjetivo, que lo que seguimos subrayando, lo que creemos todos, es que este descubrimiento es una nueva ventana al universo que se abre ante nosotros".
Una ventana a la que asomarse para examinar los límites de nuestro conocimiento de la física, poniendo a prueba nuestras actuales teorías sobre cómo funciona el mundo que nos rodea en el espacio profundo.