La NASA recaba más pistas sobre una misteriosa estrella en la Vía Láctea

"Los astrónomos reconocen este objeto como digno de mención en el año 2000 y han estado tratando desde entonces para decidir hasta qué es", ha afirmado un astroquímico que trabaja en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Martin Cordiner. Él es el autor principal de un artículo en la revista Astrophysical Journal que describe los resultados del equipo, a partir de observaciones realizadas con el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA y el Observatorio Espacial Herschel de la ESA.

Ubicado a más de 12.000 años luz de la Tierra, el objeto tan peculiar se observó con ciertas frecuencias de radio. Varios equipos de astrónomos estudiaron el uso de telescopios en tierra y llegaron a la conclusión de que es una estrella rica en oxígeno alrededor de 10 veces la masa del Sol. La pregunta era: ¿Qué tipo de estrella es?.

VARIOS PLANTEAMIENTOS DE INVESTIGADORES

Algunos investigadores favorecen la idea de que la estrella evolucionó, pasado el pico de su ciclo de vida y en declive. Las estrellas obtienen su energía mediante la fusión de hidrógeno en sus núcleos, como el Sol hasta ahora. Pero las estrellas más antiguas han utilizado la mayor parte de su hidrógeno y tienen que depender de los combustibles más pesados que no duran tanto tiempo, lo que lleva a un rápido deterioro.

Dos primeras pistas de radio sugirieron que la estrella era vieja. En astronomía, másers captan cuando las moléculas en ciertos tipos de gases emiten una gran cantidad de radiación sobre un intervalo muy limitado de frecuencias. El resultado es una poderosa señal de radio, el equivalente de microondas de un láser.

Así, se observó IRAS 19312 + 1950 está asociada casi exclusivamente con las estrellas de la última etapa. Este es el maser de óxido de silicio, producido por moléculas hechas de un átomo de silicio y un átomo de oxígeno. Los investigadores no saben por qué este máser casi siempre se limita a estrellas de edad avanzada.

A pesar de ello, el objeto no encajaba del todo con las estrellas evolucionadas. Especialmente desconcertante fue la gran variedad de productos químicos que se encuentran en la gran nube de material que rodea la estrella. Una nube química rica como esto es típico de las regiones donde nacen nuevas estrellas, pero no hay tal guardería estelar identificada cerca de esta estrella.

INICIALMENTE, UNA ESTRELLA VIEJA

Los científicos propusieron inicialmente que el objeto era una estrella vieja rodeada por una nube de extraña típico del tipo que suele acompañar a las estrellas jóvenes. Otra idea fue que las observaciones de alguna manera podrían estar capturando dos objetos: una estrella muy antigua y una nube de material embrionario de estrella.

Así, Cordiner y equipo comenzaron a reconsiderar el objeto, la realización de observaciones utilizando el Observatorio Espacial Herschel de la ESA y el análisis de datos reunidos anteriormente con el telescopio espacial Spitzer de la NASA. Ambos telescopios operan en longitudes de onda infrarrojas, que dieron al equipo una nueva visión en los gases, polvo y hielo en la nube que rodea a la estrella.

Según la información adicional del equipo de Cordiner, la estrella está en una fase muy temprana de la formación. El objeto es mucho más brillante que el que apareció por primera vez, que emite alrededor de 20.000 veces la energía del Sol. El equipo encontró grandes cantidades de hielos hechos de agua y dióxido de carbono en la nube alrededor del objeto. Estos hielos se encuentran en los granos de polvo relativamente cercanas a la estrella, y todo este polvo y hielo bloquea la luz de las estrellas haciendo que la estrella parezca más oscuras de lo que realmente es.

Además, la densa nube alrededor del objeto parece estar colapsando, lo que ocurre cuando una estrella creciente en la tira de material. En contraste, el material alrededor de una estrella evolucionada se expande y está en el proceso de escapar al medio interestelar.

"Creemos que la estrella está, probablemente, en una fase embrionaria, obteniendo cerca del final de su etapa de acreción, el período en que se tira en el nuevo material para alimentar su crecimiento", ha señalado Cordiner.

Aún así, los investigadores reconocen que el objeto no es una proto-estrella típica por razones que no pueden explica. Sin embargo, la estrella tiene características tanto de ser una estrella muy joven, como de ser una estrella muy antigua.

"No importa cómo se mire este objeto, es fascinante, y tiene algo nuevo que decirnos acerca de los ciclos de vida de las estrellas", ha concluido el astroquímico Goddard y co-autor del trabajo Steven Charnley.