Importantes directivas coinciden en que "el talento femenino será imprescindible" en la revolución digital

Durante una mesa redonda organizada por la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) se ha debatido sobre teletrabajo y presencia femenina en la empresa de la era digital, llegando a la conclusión de que tecnología jugará un papel fundamental "para atraer y retener el talento femenino".

La jornada, para la que FEDEPE ha contado con la colaboración con el grupo de mujeres #SomosMujeresTech (iniciativa de Hill+Knowlton Strategies) y el IE Business School, ha arrancado con unas palabras de bienvenida a cargo de Amber Wigmore, directora global de Desarrollo de Talento y de Carreras de IE.

También han intervenido Ana Puy, directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia en la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, y Ana Bujaldón, empresaria y presidenta de FEDEPE, antes de dar paso a la mesa redonda.

En esta charla han participado Elena Betés, CEO de Rastreator; Rosa Díaz, directora general de Panda Security España; Wim Focquet, director académico Máster Desarrollo de Talento y Recursos Humanos en IE; Meritxell Guitart, consejera y anterior CEO de Hogarth Worldwide; Edurne de Oteiza, COO de WallaPop; María José Talavera, directora general de VMware; y Patricia Urbez, directora general de Sector Público y Cuentas Corporativas de Fujitsu.

"La tecnología y la telepresencia permiten romper algunas de las barreras provocadas por la desigualdad de género pero no todas. La cultura imperante hace que todavía pervivan muchos muros con los que la tecnología no puede", han señalado las ponentes, que recuerdan que "el 'boom' digital y la incorporación de la mujer al empleo y al ámbito universitario de forma masiva han sido cronológicamente parejos".

Por ello, consideran que "esto implica una gran ventaja para las mujeres". En cualquier caso, han lamentado que "todavía hay muchos estereotipos que frenan la incorporación de la mujer a la empresa", como la idea de que las mujeres son menos dadas a asumir riesgos que los hombres, lo que se traduce en un menor número de mujeres emprendedoras.