No cabe duda de que el pez de este vídeo, que publicó Yutaka Suzuki, está muerto. Aunque eso no impide que se mueva como si estuviese intentando sobrevivir. No es magia, es una reacción química que se produce en los peces recién pescados cuando se le echa sal, ya que el cloruro sódico provoca pequeñas descargas eléctricas en los músculos.