¿Me pueden sancionar si me quedo sin combustible en la carretera?

En cuanto se encienda el piloto del vehículo indicando que el combustible se está acabando es necesario acudir a una gasolinera, ya que si nos quedamos ‘tirados’ en la carretera nos puede salir muy caro. El Reglamento General de Circulación sanciona las maniobras o el contexto en el que el coche se queda parado sin combustible, según el portal Circula Seguro.

Uno de los casos en el que pueden sancionarnos es cuando paramos o estacionamos en un lugar en el que no está permitido por dificultar la circulación de otros conductores o reducir la visibilidad. Esto puede suponer una sanción económica de 200 euros, sin pérdida de puntos.

La misma sanción tiene lugar en un segundo caso: conducir sin precaución, importantes para evitar cualquier daño, propio o ajeno. Para controlar esta situación hay que tener en cuenta que el vehículo se desplaza en línea recta cuando se queda sin combustible, pero si se apaga el motor se pierde el control tanto de la dirección como del frenado. Por eso hay que intentar detener y estacionar el vehículo cuando aún se tiene el control del mismo. Además, el riesgo aumenta según el tipo de vía, la iluminación y otros factores.

Otro caso, sancionable con 80 euros, es el de no adoptar medidas de seguridad y advertencia a otros usuarios sobre le posición del vehículo, ya que puede suponer un obstáculo o peligro para otros conductores. Hay que estacionar el vehículo en el lugar más seguro posible, dentro de las posibilidades, para evitar situaciones peligrosas para terceros.

Por ello, debemos dejar el vehículo lo máximo posible a la derecha, fuera de la calzada e, incluso, del arcén, si se tiene esa opción. Una vez parado el vehículo, debemos ponernos el chaleco de alta visibilidad y poner los triángulos de preseñalización de peligro. Así evitaremos la sanción.

Una vez parado el vehículo, es importante avisar a quien pueda asistirnos con la mayor brevedad posible. Entre las opciones está asistencia en carretera, perteneciente al seguro del vehículo, o avisar a alguien para que nos traiga combustible hasta el lugar donde está el coche. Si se opta por esta opción, hay que recordar a quien nos traiga el combustible que debe usar un recipiente homologado para su transporte, que se puede obtener en las gasolineras.

Una vez retomemos el viaje con normalidad, es recomendable acudir a un taller, ya que el motor ha podido sufrir daños, así como otros elementos del vehículo, y es mejor arreglarlo a tiempo antes de que los desperfectos vayan a más y puedan ocasionar una gran avería.