Un profesor de instituto y premio 'Chamán' de narración oral cambia las aulas y escenarios por el altar

Dos años antes de tomar la decisión de ser sacerdote, ya anunciaba a través de su bitácora, 'La vida es cuento', que tras diecisiete cursos como docente en Los Olmos, el IES Valdebernardo y el IES Anselmo Lorenzo, dejaba "por un tiempo" la enseñanza porque se marchaba a Pamplona a estudiar Teología y "entraba dentro de lo posible" que se ordenara.

Transcurrido este tiempo, Ares cuenta que se dio cuenta de que su futuro era "oscuro", por el negro de la sotana. El pasado 27 de febrero de 2016 fue ordenado diácono --el primer paso antes de ordenarse sacerdote-- en Roma y el 4 de septiembre, sacerdote en el Santuario de Torreciudad, por el prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría.

Ares describe el paso que ha dado como "un salto al vacío". "Desde luego, la alegría que tengo ante esta nueva etapa es inmensa, pero también es inmensa la sensación de vértigo", explica, al tiempo que agradece todo el apoyo que ha recibido de sus amigos creyentes y no creyentes.

Precisamente, las fotografías con sus amigos, en partidos de fútbol o sobre los escenarios destacan en su perfil de Twitter pues Ares, además de profesor es un apasionado del deporte y del teatro.

Además, es uno de los pocos españoles en ostentar el Premio Iberoamericano 'Chamán' de Narración Oral Escénica, el máximo galardón de este arte que concede cada año desde 1989 un Jurado Internacional, y ha sido calificado por la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica, como "uno de los narradores orales escénicos de mayor dimensión y excelencia".

El nuevo sacerdote también es el autor de la primera traducción al castellano de La Paráfrasis al Evangelio de san Juan, poema de 3.500 versos en griego homérico, escrito por Nono de Panópolis en el año 450.

Sobre su nueva vida como sacerdote, Ares espera ser para la gente "un intermediario" con Dios y "rostro de su misericordia". Tal y como le dijo un amigo no creyente, lo que esperan las personas de un cura es "que ayude a que la gente sea buena, no solo de palabra, sino de acciones y a dar importancia a lo verdaderamente importante, no solo a lo material".

Además, hace una recomendación a todos los que escuchen, aunque sea "bajito", la llamada al sacerdocio. "Si uno piensa que Dios le llama, lo mejor que puede hacer es decirle que sí", aconseja.