La encrucijada del socialismo catalán
Atlas
15/10/201618:28 h.Casi tres décadas después de su nacimiento, el PSC llegaba a su cénit. Con Maragall al frente de la Generalitat y decisivo en la victoria del PSOE en 2004. Culminaba así un proceso que se originó en los 70, al fusionarse los 3 partidos socialistas catalanes. "Se pretendía cohesionar a los trabajadores que habían venido de fuera con los que éramos de aquí", explica Josep Maria Triginer, uno de los fundadores del PSC en 1978. "Y, además, la convivencia dentro del partido en Cataluña ha sido buenísima en estos años. Así que no pasa nada", añade otra de las fundadoras, Anna Balletbò al recordar las dificultades de aquel proceso. El PSC mantuvo grupo propio hasta la victoria socialista en el 82, cuando, además de querer una sola voz en el parlamento, cambió el reglamento de la cámara; aunque mantiene su identidad y el debate surge cada cierto tiempo, como ahora. "Esto de las dos almas que se dice siempre del PSC yo no lo acabo de ver tampoco" indica la diputada Alícia Romero. "No hay una separación entre el que se siente muy catalán y el que no. Creo que eso no existe". "Para tener un grupo diferenciado del PSOE en el Congreso tiene que haber una competencia en Cataluña, que el PSC compitiera en Cataluña con otro partido, que sería la marca del PSOE en Cataluña, y eso creemos que no es conveniente y nunca lo hemos planteado", explica el también diputado Pol Gibert. Y más un PSC que ha perdido a la mitad de sus votantes. Entre las causas, nuevos partidos y la tensión soberanista. "Nosotros, naturalmente, nos encontrábamos descolocados. El PSC era lo más parecido a la realidad social catalana. Pero esa realidad social se ha movido", reconoce Balletbò. Hasta el punto de la escisión, en 2013, de los más catalanistas. "Todos nuestros adversarios quieren rompernos. Pero no les vamos a dar esta satisfacción", indica la veterana socialista. "Tenemos un margen muy amplio para recorrer y lo hemos recorrido juntos durante muchos años", afirma Gibert. "De la divergencia, de la discrepancia hemos sabido construir un proyecto común", añade Romero. "Que se dejen de tonterías", sentencia Triginer. "Lo único que importa es ir a resolver los problemas concretos de los ciudadanos". Reconexión en la que coinciden todos para reflotar un PSC en su momento más delicado.