La rabia de un niño salva la vida de la gallina que su padre iba a sacrificar

El chaval apenas tiene cuatro o cinco años pero le sobra coraje y determinación para luchar por salvar la vida de la gallina con la que seguro ha jugado y alimentado durante los últimas semanas. Para su familia es la comida del día o de varias jornadas y por eso el padre la va a sacrificar degollándola. Pero el niño no lo ve así y con su llanto y sus gritos trata de evitarlo. Incluso llega a quitarle el cuchillo con el que el matarife se apresta a matar al animal. En la disputa entre padre e hijo, al adulto le toca la peor parte pues ase el arma por la hoja afilada. La disputa sigue y aunque el hombre está determinado a llevar al ave a la cazuela, el menor está aún más conjurado para evitarlo. La fuerza, la insistencia y la perseverancia del niño tendrán al final su recompensa pues logra quedarse con la gallina y soltarla en el corral familiar en donde será el menú de otro día en el que no esté tan atento.