Juana lleva meses luchando para no perder su casa por culpa de una herencia que firmó por desconocimiento. Al aceptar los bienes de su hija, asesinada por su marido, también aceptó las deudas del hombre que la mató, incluida la mitad de una hipoteca. Ahora pide que se anule la herencia porque nadie le informó de que aceptaba tal deuda.