En libertad tras ser acusado de apalear a su novia y encerrarla en una habitación durante 12 horas

No era la primera vez que su pareja le pegaba, de hecho, ya estuvo con protección policial hasta agosto, pero caducaron las medidas judiciales y él volvió a actuar.

Su voz es la de sus amigas, no quiere hablar con nadie esta aterrorizada. Su casa, el lugar donde su marido la tuvo encerrada durante horas y donde la golpeó con un palo de escoba hasta partirlo, ahora es su refugio.

Ni la acusación particular ni la fiscalía pidieron prisión para el agresor, la jueza lo ha dejado en libertad hasta que se celebre el juicio. Sobre él ya pesaba una orden de alejamiento, que caducó en agosto no era la primera vez.

El miedo que siente Andrea, se repite en numerosas víctimas de violencia de género.

Silvia fue amenaza de muerte por su expareja, por un intento desesperado de protegerse ante su inminente puesta en libertad, vive con un perro protector.

También están aterrorizadas las exnovias de Francisco, en prisión por asesinar a su mujer, se fugó recientemente de la cárcel, y ahora se teme por la seguridad de las dos mujeres.

Para todas ellas, la protección no es suficiente.