Una joven asturiana ha confesado a sus padres haber matado a su pareja de 30 puñaladas en el domicilio que compartía con ellos en Lugonés, Siero. "He matado a Michael", dijo. Así mismo, según ha contado una vecina de la familia, todo se habría producido después de que su novio hubiese recibido una llamada de "la otra chica que andaba con él". "Ni para mí ni para la otra", le habría dicho a su madre tras presuntamente acabar con su vida.