Un hombre con cáncer de garganta en la India mata al amigo que le incitó a empezar a fumar

Mustakeem Ahmead, nombre del supuesto asesino, y Inayat, como se llamaba la víctima, eran amigos y cocineros en un restaurante de Uttam Nagar, en el oeste de Delhi. Según relata Hindustan Times, Ahmad cometió el crimen porque sentía que estaba sufriendo las consecuencias tras haber sido introducido a fumar cigarrillos y marihuana por el que era su amigo.

Así, la policía local india arrestó a Ahmad tras haber montado un operativo de vigilancia y tras interrogar a varias personas para averiguar el lugar en el que se había escondido tras el crimen. Para conocer su paradero también se hizo uso de diferentes cámaras de seguridad públicas y privadas, ya que el asesino se había escondido en un lugar desconocido y había apagado su teléfono móvil.

Y aunque el cáncer de garganta que le fue diagnosticado a Ahmad fue el motivo principal que propició que cometiese el crimen, anteriormente ya habían surgido problemas en la amistad. Tanto es así que Inayat, que llevaba 18 meses trabajando en el mismo restaurante que su asesino, se convirtió en el favorito del dueño del local debido a que “trabajaba mejor y era más educado”, tal y como ha explicado el comisario de policía Sibesh Singh.

La calidad del trabajo de Ahmad fue descendiendo poco a poco, hasta que finalmente fue despedido. Tras ello, volvió a su ciudad de origen, donde tras unas molestias en la garganta supo que padecía cáncer de garganta. Al conocer la noticia, y muy frustrado, comenzó a trazar el plan que acabaría con la vida de su amigo.

Lo primero que hizo fue obtener una pistola con la que práctico en su aleda, para luego trasladarse a Delhi y terminar con la vida de su amigo. Un investigador del caso ha relatado que “llevaba su pistola cargada al restaurante que había planeado matar a Inayat si no lo había despedido del trabajo. Eso es lo que eventualmente sucedió. Ahmad terminó peleando con Inayat. Más tarde, le disparó en medio de la discusión". El herido fue trasladado a un hospital, pero los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por su vida.