En Almería, en un partido de fútbol juvenil, padres e hijos la emprendieron en una trifulca después de que el árbitro pitara un penalti en el tiempo de descuento en contra del equipo que más se jugaba, el Tiro Pichón, de Málaga. Padres y jugadores llegaron a las manos y, según asegura el árbitro en el acta del partido, llegaron a amenazar de muerte al jugador que tenía que tirar el penalti.