El héroe asturiano del avión estrellado: “Una experiencia dura, pero estamos bien, no se murió nadie”

Si no hay que lamentar víctimas mortales en el accidente es en buena parte por la actuación heroica del español José Manuel Pulgar, que se recupera en un hospital de Durango de múltiples contusiones y de la fractura de una costilla.

Este minero asturiano se vio zarandeado cuando el ala del avión golpeó contra la pista al intentar despegar en medio de una tormenta, y pensó que iba a morir quemado cuando un fogonazo le golpeó en la espalda.

Pero en vez de pensar en salvarse, ayudó a varias personas que no podían abandonar el aparato. Tras asegurarse de que no quedaba nadie, entró en la cabina, allí estaba el comandante, al que una lesión en la columna le impedía andar. Consiguió sacarlo poco antes de que las llamas devoraran el fuselaje.

México habla del "Milagro" y no de la "Tragedia de Durango", gracias a que todos los ocupantes del avión han logrado salir antes de que las llamas devoraran el fuselaje.

Junto a la pista del aeropuerto quedaban los motores de la aeronave, que intentó despegar en medio de una tormenta de granizo y fuertes vientos. Una ráfaga de aire le hacía golpear dos veces el asfalto, provocando el pánico entre los pasajeros. La rápida actuación de las dos azafatas ha podido salvar muchas vidas.