El hombre alimentó al animal después de que se cayera del nido cuando era bebé. Después de ser rescatado, el cóndor pudo aprender a volar y hacer una vida normal, informa Mirror. Pero el ave no se olvidó nunca de su salvador y volvió para abrazarle y agradecerle que le salvara la vida. Los lugareños han asegurado que el animal visita al hombre con frecuencia y que mantienen un vínculo muy especial.