Fue cuestión de minutos. El sol lucía a medio día y de pronto un manto blanco cubría todo Benidorm. Este fenómeno meteorológico se debe al cambio brusco de temperaturas cerca del mar. La niebla avanzaba a toda velocidad desde el mar hasta la ciudad cubriéndola por completo. Durante dos horas esa nube densa tapo hasta los rascacielos. Sobre las cuatro y media como la temperatura empezó a bajar otra vez y todo se disipó. Esto puede volver a repetirse.