Le apuñalan mortalmente mientras tiene a su hija de cinco años en el regazo

Anthony Mele, de 35 años, ha sido apuñalado por un hombre mientras estaba en una comida familiar en un restaurante de California. En el momento del ataque, la víctima tenía a su hija de cinco años en el regazo.

El hombre fue trasladado de inmediato al hospital local en estado muy grave y, a pesar de que le intervinieron quirúrgicamente, ha fallecido.

“Mientras estaban sentados en la mesa, el sospechoso se acercó a él y le apuñaló en el cuello. La hija de la víctima estaba sentada en su regazo en el momento del incidente, pero no resultó herida”, explica la Policía de Ventura en declaraciones recogidas por People.

Jamal Jackson, de 49 años y el autor del homicidio, fue detenido en el lugar de los hechos poco después. Los agentes destacan que los empleados del restaurante echaron a Jackson del local horas antes del incidente por “gritar y ser desagradable”.

La policía lo visualizó todo a través de las cámaras de seguridad. Los agentes vieron el mal comportamiento de Jackson durante más de 20 minutos hasta que el hombre se alejó de la cámaras. Al estar fuera del campo de visión de las cámaras, la policía determinó que Jackson no parecía estar molestando o amenazando a nadie, por lo que cancelaron la patrulla que habían enviado al lugar. Tras esto, apuñaló al hombre.

Los agentes han dado el pésame a la familia de Mele en un comunicado: “El departamento de Policía de Ventura manda sus más sinceras condolencias a la familia de Mele y a todos los impactados por esta trágica pérdida y crimen horrible. Nuestros pensamientos y oraciones están con ellos en este momento tan difícil”.

Se ha creado una página de Go Fund Me para recaudar fondos suficientes para ayudar económicamente a la hija de Mele y a su esposa.

Por su parte, Jackson se enfrenta a un cargo de asesinato y otro de peligro para los niños. Permanece en la prisión de Todd Road con una fianza de más de 800.000 euros (un millón de dólares). Según apuntan las investigaciones policiales, el atacante vivía en la calle y no conocía a la víctima.