Más de 400 agentes velarán por la seguridad en las calles de Bilbao con motivo del partido entre Athletic y Spartak

Más de 400 agentes velarán por la seguridad en las calles de Bilbao con motivo del partido que jugarán en San Mamés el próximo jueves el Athletic Club y el Spartak de Moscú, encuentro que ha sido calificado de "alto riesgo".

El dispositivo se activó ya ayer, jornada en la que se vivió un pequeño incidente en un comercio de Vitoria, donde está alojado un grupo de aficionados rusos, y que no fue a más, pese a que unos 40 hinchas peña del Alavés Iraultza 1921 fueron en su busca, sin que lograran localizarles, según han informado a Europa Press el Departamento de Seguridad y la Policía Local.

El encargo de entradas por parte de los aficionados del Spartak para entrar en San Mamés el jueves asciende a 2.500, por lo que se espera que el número de hinchas rusos que se desplacen a la capital vizcaína sea importante. También se prevé que, dado el importante número de ciudadanos de Rusia que hay en el Estado, se puedan acercar a Bilbao.

Ayer ya comenzó a verse por las calles de Euskadi aficionados del Spartak, que se hallan alojados en diferentes establecimientos hoteleros de los tres territorios históricos.

INCIDENTE EN VITORIA

Este lunes por la tarde ya se produjo un pequeño incidente en la capital alavesa en un local comercial del Casco Viejo, próximo al albergue de la catedral Santa María en el que se alojan algunos de estos seguidores. Un grupo de aficionados del Spartak de Moscú entró en una tienda que vende ropa y material de la afición del alavés y colocó pegatinas, algo que sentó mal al vendedor del comercio.

Entonces, se produjo el lanzamiento de un puñetazo, aunque el rifi-rafe no fue a más. Posteriormente, los seguidores rusos se fueron al hostal en el que estaban alojados.

Enterados de lo ocurrido, unos 40 integrantes de la peña del Alavés Iraultza 1921, que iban encapuchados, se dirigieron a la zona, en concreto, a la calle Cuchillería, en busca de los hinchas del Spartak. Agentes de la Ertzaintza y la Policía Local se desplegaron en el lugar, sin que hubiera altercados, ya que los aficionados rusos se habían ido.