Comparar precios, elegir marcas blancas o reciclar el material son algunos de los trucos que en época de crisis utilizan los padres para combatir el alto coste que supone la vuelta al cole. Cada niño supone una media de entre 400 y 500 euros, sin contar con los libros de texto. El uniforme es uno de los mayores gastos, alrededor de 150 euros.