El rector de San Dámaso propone recuperar el "atractivo" de la fe ante el bajo interés de los jóvenes por el sacerdocio

"El interés por el sacerdocio entre los jóvenes españoles es una cuestión que debemos situar en la percepción general que pueden tener los jóvenes de la vida religiosa y de la vida de la Iglesia", ha explicado Prades en declaraciones a Europa Press, con motivo de la celebración este domingo 19 de marzo del Día del Seminario.

Según datos de la Comisión de Seminarios y Universidades de la Conferencia Episcopal Española, un total de 138 nuevos sacerdotes se ordenaron en 2016, un 8% menos que en 2015, cuando fueron 150, al tiempo que se ha producido una caída en el número de seminaristas mayores que han pasado de 1.300 en el curso 2015-2016 a los 1.247 del presente curso.

Si bien, los datos también revelan que en el curso 2016-2017 han ingresado en los seminarios mayores de España un total de 275 nuevos seminaristas, cinco más que el curso anterior. Además, han descendido los abandonos, con un total de 137 este curso, frente a los 142 del pasado.

El rector de San Dámaso admite que el descenso de las vocaciones es "sensible" en España aunque puntualiza que en la provincia eclesiástica de Madrid tienen que dar "gracias a Dios" porque las cifras son "bastante sostenidas" y solo sufren "pequeñas oscilaciones". En 2016 se ordenaron nueve sacerdotes frente a los 10 del año anterior.

En este contexto, el rector de San Dámaso, plantea que el reto actual para atraer a los jóvenes al sacerdocio es "proponer la fe de tal manera que brille su atractivo original" y no tanto "inventar estrategias".

"El desafío más significativo en esta época no es tanto el de inventar estrategias sino el de redescubrir el atractivo de Jesucristo para cada persona. Allí donde para una persona se produce el encuentro con un tesoro escondido, con una perla preciosa", precisa.

También plantea, en línea con el Plan de formación para los Seminarios propuesto recientemente por la Santa Sede, insistir en la "formación humana" de los seminaristas como una de las dimensiones "más importantes" para una adecuada preparación al sacerdocio.

En la Universidad San Dámaso, de los más de 3.000 alumnos matriculados --2.300 en la sede principal y extensiones a distancia, y otros 700 en los centros vinculados--, más de 400 son aspirantes al sacerdocio y sacerdotes y unos 130, religiosos y religiosas de 77 congregaciones distintas. Por sexo, dos tercios de los estudiantes son varones, frente a un tercio de mujeres.

SACERDOTES DE 70 DIÓCESIS DEL TERCER MUNDO

Atendiendo a la nacionalidad, cuentan con alumnos de 48 nacionalidades y reciben sacerdotes de 70 diócesis del Tercer Mundo, sobre todo, de América Latina, para su formación teológica, que luego regresan a sus países a trabajar pastoralmente. La carrera con más matriculados es el Instituto Superior de Ciencias Religiosas, solo por delante de la Facultad de Teología, donde se reúnen muchos de esos seminaristas, sacerdotes y religiosos.

En todo caso, en esta universidad de la Iglesia, no solo se ofrece una formación básica en todas las disciplinas sino también cursos especializados sobre cuestiones de actualidad. Así, la Facultad de Derecho Canónico está trabajando en torno a los problemas de actualidad relativas a los procesos de nulidad y las cuestiones matrimoniales que han estudiado los recientes Sínodos y el Papa Francisco.

Otro ejemplo es un convenio recién firmado con Talgo y su Fundación para abrir una línea de investigación, de docencia y de divulgación en torno al medio ambiente y las cuestiones de la ecología "en un momento donde este problema es del mayor interés social", según destaca Prades.

MOMENTO PRIVILEGIADO PARA MEJORAR LA EDUCACIÓN

En cuanto a la situación de la educación, las huelgas y el Pacto Educativo, el rector de San Dámaso reconoce que "sin duda es necesario afrontar los aspectos estructurales o legislativos" y, a su juicio, "este momento es privilegiado para mejorar la educación". Si bien, insiste en que lo decisivo son las personas, en particular, los padres y profesores, en la transmisión del sentido de la vida.

Sobre la enseñanza de la Religión, Prades considera que esta debe recuperar su "significado público" tanto en la escuela como en los demás ámbitos de la sociedad plural. Además, defiende que, frente a un tiempo en que existió "el convencimiento de que la religión solo podía pervivir en forma privada", hoy "esa teoría clásica ha sido puesta en discusión por los sociólogos que han reabierto la pregunta por el valor público de la religión y de las religiones en el mundo moderno, multicultural y plural".