El juzgado aprecia indicios de delito en el parte médico de un joven que quedó tuerto tras recibir un impacto con una bala de goma en las marchas por dignidad del mes de marzo. Tres meses después, el juez pide a la policía que investigue quién disparó el proyectil. Iñaki recibió un golpe que le ha hecho perder el 90% de la visión en un ojo y le fracturó el pómulo.