El Papa prolonga a más de mil sacerdotes la potestad de perdonar los pecados reservados a la Santa Sede

Entre estos pecados se encuentran: la profanación de la Eucaristía; el uso de la fuerza contra el Papa; la absolución de un cómplice en un pecado contra el sexto mandamiento, por ejemplo, si un sacerdote propone relaciones sexuales a otra persona y luego la absuelve de ese pecado; la violación del secreto de confesión; o la ordenación de mujeres.

En la carta apostólica publicada este lunes por el Papa Francisco 'Misericordia et misera', el Pontífice extiende hasta nueva disposición la concesión que hizo a estos enviados especiales durante el Año de la Misericordia de absolver de los pecados más graves.

"Este ministerio extraordinario no cesará con la clausura de la Puerta Santa. Deseo que se prolongue todavía, hasta nueva disposición, como signo concreto de que la gracia del Jubileo siga siendo viva y eficaz, a lo largo y ancho del mundo", reza el texto.

Además, encarga al Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización la misión de acompañar durante este periodo a los Misioneros de la Misericordia, para encontrar las formas más coherentes para el ejercicio de este ministerio.