Paco González: "Jamás en mi vida estuve a solas con Lorena"

A escasos metros de su acosadora, el locutor ha querido dejar claro al inicio de su comparecencia que "ahora mismo" tiene hacia los acusados "toda su enemistad del mundo". González conocía a su acosadora del programa, ya que solía ir de oyente al mismo. La acusada manifestó ayer que pasó una noche con el locutor.

"Lorena empezó a venir en 2010. Llamó la atención de que se quedaba hasta el final. Parecía una oyente extraordinariamente fiel. Se quedaba sola y nos decía qué hacéis y le decíamos que íbamos a tomar una copa. Jamás en mi vida estuve con Lorena a solas. Nunca. Ni fuera ni dentro de la radio. Quisimos ser amables porque era una oyente fiel", ha relatado, añadiendo que suelen tener seguidores muy amables que les hacen detalles que se los "curraban".

"Nunca pensé que estaba obsesionada conmigo. Me declaró su amor y le dije que no. Y hasta luego. No pensé que llegaría a más", ha destacado, insistiendo en que jamás estuvo con ella a solas. "Alguna vez fuimos a tomar una copa junto a 40 personas", ha matizado.

Además, ha señalado que en alguna ocasión le mandó un correo diciéndole que estaba enamorada. A partir de entonces, el periodista dio órdenes de que no pudiera entrar en el programa. En una ocasión, Iván se presentó en su casa. "No vuelvo a saber nada de ellos hasta que se presentan en un programa en San Sebastián y me presenta al chico como a su novio", ha manifestado.

En cuanto al encargo de asesinar a su mujer, ha explicado que recibió en el correo del programa un mensaje en el que una persona comentaba que necesitaba ponerse en contacto con él por una cuestión de "vida o muerte".

Le llamó haciéndose pasar por el productor del programa y éste le dijo que tenía una grabación con el encargo del asesinato de la mujer del periodista. "Todo era muy raro", pensó entonces el locutor. "Como no era una amenaza real, tampoco le quise asustar", ha señalado.

Arrepentida

Lorena G. F. e Iván T. P. se sientan desde ayer en el banquillo de los acusados por los hechos ocurridos la mañana del 5 de febrero de 2014, cuando intentaron matar a la esposa del popular periodista. La primera se enfrenta a una pena de 55 años de cárcel y el segundo, a 31 años y medio de prisión.

En su declaración, la vallisoletana quiso ayer pedir perdón a la familia, manifestando que estaba "muy arrepentida" y que no la tuvieran miedo. Además, detalló cómo se produjeron los hechos y aseguró que durante el forcejeo que mantuvo con la mujer del periodista, ésta le apuñaló varias veces. Lo hizo porque estaba enamorada "hasta tal punto de la obsesión".

Durante su relato, Lorena e Iván incurrieron ayer en diversas contradicciones. Una de ellas se refería al supuesto mensaje que querían mandar el día de los hechos. La primera dijo que planearon simular una infidelidad de la mujer del periodista hacía su esposo, mientras que Iván afirmó que la infidelidad era de Paco hacía Maite, su mujer.

En la ronda de testigos, el vecino que ayudó a la esposa y a la hija del locutor ha relatado que se encontraba en las proximidades del colegio donde se produjeron los hechos. "Se echó al coche una niña llorando ensangrentada y vi cómo a una mujer le clavaba a otra un cuchillo. Me bajé del coche en marcha y vi a un joven pálido en el asiento del conductor", ha narrado el testigo.

Tras ello, forcejeó con Iván y logro que éste huyera, atendiendo a la mujer que estaba herida. Comenté a la madre que se fuera al hospital, ya que estaba herida y tenía bastante sangre.

Así, ha detallado que pudo ver perfectamente cómo entró el cuchillo de lleno en el tórax y que la agresora fue la chica que huyó del lugar corriendo. "La hija gritaba: 'Por Dios, nos quieren matar'", ha manifestado el testigo.

Un profesor que estaba en los alrededores de la zona ha explicado que vio el forcejeo y a la acusada con un cuchillo en las manos. "Había mucha sangre. Parecía que el forcejeo acababa de empezar. Ellos iban muy cubiertos. No se les veía la cara", ha detallado el testigo, quien el día de los hechos corrió para tratar de atrapar a los agresores.