El PSOE pide al Gobierno un reglamento para el mantenimiento y la seguridad de atracciones hinchables y parques de bolas

Los socialistas exigen en el texto, al que ha tenido acceso Europa Press, que sea obligatoria la presencia de un monitor o un operador en estos dispositivos, para que "controle el buen funcionamiento del equipo y de la seguridad por parte de los usuarios". Además, llaman al Ejecutivo a "incrementar las inspecciones" para "garantizar los máximos niveles de seguridad e higiene" en este tipo de instalaciones infantiles.

La iniciativa socialista denuncia que existe un "vacío legal" desconocido por los progenitores que suelen dar por hecho que todas estas estructuras son montadas y visadas por personal especializado y que están sometidas a inspecciones periódicas.

Sin embargo, casos como el ocurrido en Girona el pasado mes de mayo, en el que falleció una niña de seis años tras salir volando un castillo hinchable, demuestran, según el PSOE, la "falta de seguridad" en estas atracciones que proliferan año tras año y cuya utilización se incrementa en época estival.

LOS MUNICIPIOS DECIDEN

"En la actualidad, es cada municipio quien establece los permisos y normas que se deben seguir para la instalación de los juegos", explican los socialistas en su propuesta, en la que destacan que, lo habitual, es que no haya una regulación específica. "En algunas ciudades se exige un certificado técnico anual visual o un certificado de instalación, pero sin base normativa", apunta el PSOE.

Pero el texto registrado, firmado por los diputados Miguel Ángel Heredia y Sonia Ferrer, también destaca la falta de regulación en otras tendencias de ocio infantil como los parques de juegos de interior de acceso público, conocidos como parques de bolas, algunos, según apunta el PSOE, de "considerables dimensiones y altura" en los que no hay espacios acotados por edad, ni control de aforo.

En estos casos, los socialistas también reclaman unas normas de higiene acordes con la vulnerabilidad del público al que están destinado y un número mínimo de monitores acorde con el número de niños que puede acceder a estas instalaciones.