ONG denuncian que son "atacadas" durante el rescate de refugiados en el Mediterráneo

"Hay movimientos contrarios a los rescates que están resurgiendo esta semana. Un grupo de extrema derecha fr Italia, encabezado por Diego Cupolo, está dificultando con lanchas el rescate de las organizaciones humanitarias que intemta que la gente no se muera en el mar", ha señalado en declaraciones a Europa Press el Miembro de SOS Racismo Mikel Mazkiaran.

A su juicio, es "preocupante" la existencia de este grupo que, según asegura, "más de 150 voluntarios" y habrían conseguido "más de 70.000 euros" para su causa a través de una campaña de crowdfunding. "De momento no hay ningún tipo de persecución a esta organización de extrema derecha y es muy grave si una organización de este tipo está dificultando los rescates de forma abierta. Se puede incluso estar apoyando la muerte de personas", ha lamentado.

Asimismo, ha indicado que, "desde ciertos estados", se está "criminalizando a las personas y a las organizaciones que se están jugando la vida por rescatar a gente". "Nos preocupa como el Mediterráneo se está convirtiendo en un cementerio y encima desde Europa, con la supuesta relación de las mafias con las organizaciones de rescate, se está consiguiendo una criminilización de las personas en vez de buscar soluciones", ha precisado.

En este sentido, Mazquiaran ha adveritdo de la existencia de documentos que señalan que el rescate humanitario favorece la aparición de las mafias, cuando, en su opinión, "es justo al revés". "La inexistencia de vías seguras es lo que está favoreciendo la aparición de las mafias. Es absolutamente perverso para la gente que está tratando de rescatar a estas personas que digan que están tratando de colaborar con las mafias", ha denunciado.

Según el comunicado emitido por Red Euroafricana Migreurop, a finales de 2016, la agencia Frontex y el consorcio militar europeo Eunavfor Med "acusaron" en dos informes internos a las ONG de salvamento de colaborar con los traficantes.

Además, dicho comunicado señala que, en abril de 2017, el fiscal de Catania (Italia), en base a dichos argumentos, intentó procesar a algunas de estas organizaciones, pero acabó reconociendo la falta de pruebas que sustentaran esa hipótesis.