Madrid acoge la movilización para pedir que el lobo ibérico esté protegido totalmente por ley en toda España

El presidente de Lobo Marley, Luis Miguel Domínguez, ha señalado que los ataques de lobos afectan a un 0,7% de la cabaña española y ha acusado que ese menos de un 1% "no puede capitalizar la atención y secuestrar la voluntad de un pueblo de tener su naturaleza salvaguardada y protegida".

Domínguez ha explicado que es imposible que se produzca una plaga de lobos en España y que las cosas siguen "difíciles" para el lobo ibérico. "El lobo tiene un problema genético a causa de que en los años 70 del siglo pasado se vio abocado a procrear entre ejemplares de la misma familia, lo que hace que el lobo actual sea genéticamente endeble y débil. Un ataque de moquillo puede ser letal para toda una población lobera", ha aclarado.

El responsable de especies de WWF, Luis Suárez, ha explicado que existe "un doble interés" para asegurar que existe un exceso de lobos y esto es peligroso. Por un lado, ha asegurado que "cuanto más lobos se diga que hay, más se pueden cazar, más altos son los cupos cinegéticos, mejor para el sector cinegético que es quien hace dinero con esto".

Por otro lado, Suárez ha aseverado que el lobo se ha convertido en "el chivo expiatorio al que se le culpa de todo lo que le pasa al campo español" y que quieren hacer parecer que matando lobos "se hace algo por la ganadería extensiva, y no es verdad".

"La ganadería extensiva está completamente abandonada por falta de apoyo y de medidas. Todo es una cortina de humo, es decirles que, como tienen daños con el ganado, se matan lobos para reducir esos daños. Pero se matan lobos y el problema sigue ahí", ha apostillado.

Según el responsable de especies de WWF, se necesita una protección estricta del lobo a nivel nacional para evitar que el lobo, dependiendo de en qué comunidad autónoma esté, o si se va a Portugal, "cambie de estatus", y un plan real para "reducir los daños de la ganadería extensiva", para lo que será necesario "trabajar con la ganadería, impulsar medidas de prevención, cambiar algunas prácticas de manejo y apoyar realmente a la ganadería extensiva".

"Si reducimos los daños, reducimos el conflicto y ya no será necesario matar a ningún lobo", ha concluido.