Imprudencias en la carretera encima de una bicicleta o de una silla de ruedas eléctrica

Con la parsimonia a la que obliga su velocidad máxima la silla de ruedas se incorpora a la autovía dirección Torremolinos. Quien lo graba ni siquiera comenta nada, suponemos que presa de un estupor compartida por cualquiera que observe la escena. Temeridad tan flagrante a 15 kilómetros por hora, podríamos pensar, que no tiene precedentes. Pero lo tiene. Ya vimos una silla diferente, pero también eléctrica, sortear vehículos pesados en rotondas de dos carriles en palma y perseverar en el trayecto ya por una carretera comarca. En esa misma isla llama la atención la imagen de este ciclista, agarrado a una furgoneta y a toda velocidad por una autovía. Estilo similar, pero más esforzado, el de este otro ciclista. Pedalea por una circunvalación de Barcelona a rebufo de un autobús para evitar el viento de cara. Tan pegado que cualquier frenazo imprevisto hubiera supuesto, tragedia segura.