Los vecinos de Nueva Gales del Sur (Australia) se han quedado sorprendidos ante la extraña tormenta de arena que ha pintado el paisaje de un fuerte rojo. Este tipo de fenómenos suelen ser habituales en la región, pero nunca antes habían dejado unas vistas de ese color. Alrededor de cinco mil viviendas se han quedado sin electricidad, según la prensa local.