Cuando a Maruja le propusieron dar clases de manualidades en la universidad popular de su pueblo no lo dudó. Por el dinero no lo hizo, cobró unos 2.000 euros en dos años, pero para esta jubilada era una manera de sentirse activa y ayudar a sus vecinas. Ahora Hacienda le reclama 24.000 euros por los meses que estuvo dando clases y cobrando la pensión. Desde noviembre de 2014 le han retirado los 636 euros al mes que cobra por su jubilación.