El Consell Escolar catalán plantea debatir la ampliación de la educación obligatoria hasta los 18 años

El debate, encargado por la Conselleria de Enseñanza de la Generalitat, se estructura en cinco ámbitos, de los que se han enviado este viernes a la comunidad educativa las ponencias base elaboradas por expertos, y que estarán abiertas a sus aportaciones, con las que se elaborará un documento de consenso en primavera que se llevará al CEC en junio.

En la ponencia sobre 'La arquitectura del sistema educativo', el presidente del Consell Superior d'Avaluació del Sistema Educatiu, Joan Mateo, plantea educación obligatoria de los cinco a los 18 años y que la educación infantil sea entre los dos y cinco años.

Considera que la complejidad de la sociedad actual requerirá en el futuro ampliar sustancialmente la base formativa si se quiere "evitar la precarización del desarrollo vital", y remarca que existen 15 países europeos que comienzan la educación obligatoria a los cinco años y cinco que la finalizan a los 18-19 años.

La ponencia recuerda que el sistema educativo catalán divide la etapa infantil en dos ciclos, de los cero a tres años y de los tres a los seis sugiere establecer la línea divisoria en los dos años: el primer ciclo de Infantil, de cero a dos años, y de segundo ciclo, de los dos a los cinco.

Por su parte, la educación Primaria iría de los 5 a los 11 años, dividida en tres ciclos de dos años cada uno, "una etapa clave para trabajar con intensidad los hábitos de socialización y generar actitudes positivas hacia los compañeros y la escuela".

La Secundaria estaría repartida en dos etapas, la de primer grado y la de segundo: la primera sería de cuatro cursos, entre los 11 y los 15 años, subdividada en dos ciclos de dos cursos cada una; y la segunda, constaría de un ciclo de tres cursos, de los 15 a los 18 años, e incluiría los estudios de Bachillerato y de Formación Profesional.

"INTERCAMBIABLES" EN SECUNDARIA

El último curso de la educación secundaria de primer grado tendría un fuerte carácter orientador, que se mantendrá en el primer año del segundo grado, y plantea que los estudios de segundo grado de Secundaria tengan la percepción de "intercambiables".

Los alumnos que no adquieran el primer grado podrían cursar un módulo de tres años de formación profesionalizadora, complementada por estudios de formación general, que les dará la acreditación correspondiente a haber cursado y finalizado este primer grado y la acreditación de las competencias profesionales adquiridas.

El periodo de cero a dos años se desarrollaría en las guarderías, donde la proximidad y la flexibilidad serán factor fundamental; el que va de los dos a los 15 en centros del tipo instituto-escuela, y el de los 15 a los 18 años en los institutos de Bachillerato y FP, que tendrían que ofrecer preferentemente opciones mixtas que incluyesen especialistas de FP y de Bachillerato en el mismo.

Los estudiantes que decidan continuar los estudios en el contexto de la FP podrían hacerlo en dos ciclos de dos años cada uno: al finalizar el primero obtendrían una titulación de primer nivel y al final del segundo, el de graduado en formación profesional superior.

En otra de las ponencias inspiradoras, 'Los pilares del sistema educativo', el presidente del CEC, Lluís Font, plantea una convocatoria única de becas, cuya concesión debería ser comunicada antes del inicio de curso; la creación de Observatorio de equidad de la educación, y potenciar, dentro del plurilingüsimo, lenguas extranjeras como el chino o el árabe, además de las ya presentes inglés, francés y alemán.

DOCENTES

En la ponencia sobre 'El profesorado', el catedrático de la UB Miquel Martínez propone que para convertirse en docente sea necesario un grado y un máster, con el requisito de alcanzar 300 créditos, y los contenidos variarían en función de la etapa en que el docente esté interesado en ejercer.

A diferencia de la actualidad, la ponencia plantea másters diferentes en función de las diversas etapas: en educación Infantil y Primaria; Secundaria obligatoria; Bachillerato; Formación Profesional de grado medio, y educación en personas adultas.

El CEC invitará a más de 100.000 personas, entre profesores, familias, concejales y técnicos de educación, directores de centros, empresas con alumnos en prácticas y entidades promotoras de proyectos innovadores, a que hagan sus aportaciones online, y el Govern tendrá en cuenta las reflexiones que surjan desde la comunidad educativa pero que el documento final no será una ley.