Condenada a muerte después de matar a tres de sus maridos con cianuro

Chisako Kakehi, apodada como la viuda negra de Kyoto, habría matado, según la policía, a siete hombres a los que habría estado conociendo entre 1994 y 2013 siguiendo este método. El móvil de los hechos parece, a priori, muy sencillo: dinero. La mujer habría recibido un billón de yenes (unos 7,5 millones de euros) en pagos de seguros por las muertes de los hombres.

La historia de Kakehi ha cautivado y consternado al mismo tiempo a la opinión pública de Japón y la mujer pasará a la historia por ser una de las pocas asesinas en serie del país.

Casada cuatro veces, Kakehi ha sido apodada como la viuda negra japonesa, debido a su semejanza con esta, que mata a su compañero después de haber copulado con él.

La mujer tenía un modus operandi bien definido que consistía en unirse a páginas web de citas donde podía encontrar a hombres mayores o enfermos. Una vez identificada su presa, la seducía tras comprobar que su seguro de vida iba a beneficiar en caso de que a los hombres les sucediera algo; después, los envenenaba.

Inicialmente se creyó que algunas de las muertes se habían debido a causas naturales, ya que dos de sus maridos habían fallecido por “causas desconocidas”, mientras que otro sufrió un ataque y uno de sus novios estaba enfermo de cáncer.

Pero cuando su esposo, Isao Kakehi, de 75 años, fue consciente de que había rastros de cianuro en su cuerpo tras derrumbarse en su casa tan solo un mes después de haberse casado, la policía comenzó a sospechar, según informa Mirror.

Los agentes también encontraron indicios de envenenamiento en el cuerpo de su marido de hecho, Masanori Honda, de 71 años, quien murió en un accidente de motocicleta.

En 2015 también fue acusada del intento de homicidio de su novio de aquel entonces, Toshiaki Suehiro, de 79 años, después de que supuestamente introdujera ácido en su bebida mientras cenaban en un restaurante en 2007. El hombre se desplomó en un estacionamiento, pero no murió hasta dos años después. Otro novio, Minoru Hioki, de 75 años, también fue envenenado con cianuro.

Los investigadores encontraron una pequeña bolsa de compuestos de cianuro en una maceta de plantas que Kakehi tiró en un centro de reciclaje cerca de su casa.

En su juicio, los fiscales afirmaron que había cometido los crímenes con el propósito de heredar su riqueza, diciendo que una vez llamó a un negocio para que abriera la caja fuerte de una de las víctimas el día después de su muerte.

La “viuda negra” fue arrestada por primera vez en noviembre de 2014 después de la muerte de Isao, quien murió en la casa de la pareja en Muko, Kyoto, en diciembre de 2013.

Kakehi fue diagnosticada con "demencia leve" en un examen psiquiátrico ordenado por un tribunal en 2016. Sin embargo, la corte la encontró lo suficientemente competente como para enfrentar un juicio a pesar de que su defensa afirmó que "no puede expresarse ni comprender nada de lo que otras personas están hablando".

La defensa también argumentó que Kakehi no podía ser considerada responsable, ya que había desarrollado síntomas de demencia de inicio temprano en el momento de los asesinatos.

Aunque Kakehi se negó a declarar cuando comenzó el juicio, después aturdió a la corte al admitir haber matado a su cuarto marido en 2013. "Lo maté ... porque le dio a otras mujeres decenas de millones de yenes, pero a mí no me dio ni un centavo", le dijo la mujer a la corte, según Jiji Press, que también afirmó que estaba lista para ser ahorcada.

Tras ser declarada culpable por los jueces, los abogados están intentando anular su sentencia de muerte.