Cae una banda de ladrones que robaba en Barcelona cuyos líderes, de origen georgiano, daban órdenes desde la cárcel

Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una organización criminal que se dedicaba a robar en domicilios de Barcelona y su área metropolitana y que colocaba marcadores en las viviendas para comprobar cuáles estaban vacías.

El Juzgado de Instrucción 1 de Terrassa (Barcelona) ha decretado prisión provisional para nueve de los 13 detenidos, mientras que los otros cuatro quedaron en libertad con cargos, según han informado los Mossos este martes en un comunicado.

La investigación duró siete meses y culminó el jueves 14 de julio con la detención de cuatro hombres georgianos de entre 25 y 37 años, como presuntos autores de diferentes robos con fuerza en el área metropolitana.

Las pesquisas se iniciaron en diciembre de 2015 a partir de un robo con fuerza en un piso de Barcelona, donde los ladrones supuestamente forzaron la ventana de una habitación mientras el propietario estaba en otro cuarto, aunque finalmente no se llevaron nada.

En una primera fase, los Mossos consiguieron desarticular un primer grupo de nueve ladrones de origen georgiano y, en las entradas y registros practicados el 10 de mayo, se recuperaron joyas, aparatos electrónicos y herramientas específicas para violentar los pomos de las puertas y un gran número de marcados de puertas transparentes.

La metodología de trabajo se basaba en colocar marcadores de plástico en las puertas de los domicilios --podían llegar a colocar hasta 50 marcadores en un día-- y, una vez detectaban cuáles podían estar vacíos, efectuaban los robos usando un sistema altamente especializado para violentar las puertas.

Esta primera fase de la operación aportó datos sobre los dos líderes de la organización, que fueron investigados en una segunda fase, en la que además se pudo identificar a un segundo grupo de ladrones, también de origen georgiano, que habían sustituido de manera inmediata al primer grupo.

DIRIGÍAN DESDE LA CÁRCEL

Se da la circunstancia de que los dos líderes de la organización, que daban las instrucciones directas al resto de miembros, estaban en prisión cumpliendo diferentes condenas por otros delitos de la misma tipología.

En una segunda fase de la investigación, tutelada por el juzgado de Terrassa, se realizaron nuevas entradas y registros y se intervinieron joyas y material informático, además de detener a cuatro hombres georgianos.