Blázquez apela a la dignidad humana ante la prisión permanente, pero comprende que la sociedad tiene que defenderse
EUROPA PRESS
16/03/201813:34 h."Somos sensibles a este tipo de acontecimientos (como la muerte del niño Gabriel Cruz) que a todos nos hieren y preocupan. Comprendo que la sociedad tiene que defenderse eficazmente también. Yo no olvidaría que nunca perdemos la dignidad de la condición humana. Nunca. ¿De qué forma se puede hacer? Eso no lo sé", ha subrayado el cardenal Blázquez este viernes 16 de marzo durante un desayuno informativo de Nueva Economía Forum en Madrid, dedicado a la Semana Santa de Valladolid.
En este sentido, ha apostado por la pastoral en los centros penitenciarios que, a su juicio, tiene "un sentido muy importante". En cualquier caso, ha insistido en que esa "es una cuestión que entra dentro del campo de los políticos".
Preguntado por la posición de los obispos acerca de la derogación de la prisión permanente revisable, que continuará su debate en el Congreso después de que este jueves fueran rechazadas las enmiendas de PP y Ciudadanos, Blázquez ha precisado que "esa es una cuestión que discuten los políticos".
Si bien, ante casos como el del niño Gabriel Cruz, Blázquez ha indicado que, a veces, es "tremendo" a lo que se asiste en la sociedad. "Terminamos de asisitir a acontecimientos que nos han tocado profundamente, un niño, una familia de esa forma destrozada, también la vida de una mujer, ¿ahora qué va a pasar?", se ha preguntado.
RAZONES CONSTITUCIONALES Y HUMANITARIAS
Por su parte, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, se ha mostrado, al igual que su partido, el PSOE, "partidario" de la derogación de la prisión permanente revisable y ha pedido que el debate se produzca "con el suficiente sosiego" para poner "racionalidad en lugar de poner las vísceras".
En concreto, ha ofrecido tres razones, constitucionales, jurídicas y humanitarias, para la derogación. En este sentido, frente a los que sugieren esperar a que se pronuncie el Tribunal Constitucional, ha invitado a recordar "la declaración de principios que hizo la sociedad española en 1978 al dotarse de una Constitución" en relación con el derecho penal, una declaración, a su juicio, "de una altura moral insuperable".
"La sociedad española decidió ser mejor que el peor de sus miembros y cuando definió la política penal excluyó expresamente de las penas aquellas degradantes e inhumanas y definió la pena no como un elemento meramente retributivo sino fundamentalmente como un elemento resocializador", ha enfatizado.
Por ello, Puente considera que este debate "rebaja" a la sociedad española, al tiempo que la hace "retroceder 40 años". Por otro lado, ha tachado de "falacia" decir que la prisión permanente revisable es un recurso que busca como finalidad fundamental impedir la reiteración delictiva.
"Cuando a alguien se le somete a un juicio por un delito de esta gravedad y se le aplica la prisión permanente revisable en realidad se le está sometiendo a un doble juicio, uno sobre lo que ha hecho, y pasados unos años a un segundo juicio respecto, no de lo que ha hecho sino de lo que puede llegar a hacer", ha puntualizado.
Este segundo juicio "de probabilidad", según ha precisado Puente, "es imposible" porque, a su juicio, "nadie puede determinar que un sujeto va o no va a volver a delinquir". Por ello, considera que desde la óptica de la seguridad jurídico es " una pena muy deficiente".
En tercer lugar, el alcalde de Valladolid considera que existe una razón de carácter humanitario y, en este sentido, ha citado un documento de la Pastoral Penitenciaria en el que se señala que se apuesta por "la superación de la persona y la capacidad de transformación".
ACONFESIONALIDAD DEL ESTADO
Por otro lado, preguntados por las relaciones entre la Iglesia y las autoridades, tanto el alcalde de Valladolid como el cardenal Blázquez han defendido que la aconfesionalidad del Estado no debe estar reñida con las relaciones con la Iglesia.
"Que el Estado sea aconfesional es una posibilidad de libertad para que todos, creyentes y menos creyentes, de unas confesiones u otras, podamos tener el marco adecuado de libertad", ha defendido el cardenal Blázquez.
Según ha indicado, citando una expresión de principios del siglo XX, "la Iglesia católica quiere ser intelectualmente habitable". "Nosotros estamos al día y queremos ser también desde el punto de vista social, socialmente solidarios", ha concretado.
Así, ha indicado que respetan las opciones de cada persona pero ha precisado que también en muchos momentos necesitan "una colaboración institucional" para llevar a cabo su "servicio a la ciudadanía". "No podemos poner entre paréntesis una dimensión de la persona, como que las autoridades no se sintieran vinculadas a custodiarla, promoverla y darle espacio de libertad. En este sentido, yo me siento muy a gusto", ha afirmado.