Carta de la hija de Ana Orantes, 20 años después de su asesinato
Hola, mamá:
Te escribo en la distancia y pasado el tiempo, pero con la esperanza de que mis palabras lleguen de alguna manera a ti. Hace ya 20 años que te arrancaron de nuestras vidas. Me gustaría contarte que ni una mujer más ha tenido que abandonar su hogar… que las sentencias son justas, que los jueces no las siguen "interpretando". Me encantaría decirte que todo ha cambiado. Que hoy en día, hijos, hijas, de mujeres valientes como tú, no somos los grandes olvidados de esta barbarie… que nos protegen, que ya ningún niño, ni niña llora en silencio su desgracia, acurrucada como lo hacía yo en la soledad gris y triste de mi habitación… que ya no son maltratados, asesinados en muchos casos...Pero, mamá, eso no es así. Siguen asesinando casi con tanta impunidad como antes; y que la ley, hoy por hoy, no ha conseguido nada o casi nada. No tuvimos más que la infancia que disfrutamos a ratos a tu lado, cuando él, a quien no considero padre, se alejaba. Aún recuerdo con angustia cómo, ante cualquier ruido, me levantaba con ese bate de béisbol que antes sirvió para el juego, y que transformé en un arma de defensa. Te echo de menos siempre. Hasta que nos volvamos a encontrar... Te quiero, mamá.