Aldeas Infantiles SOS pide aumentar la partida del PIB dedicada a la infancia del 1,4 al 2,3%

Según indica la organización, en 2016 atendió a casi 26.000 niños y jóvenes en sus programas de España, Latinoamérica y África, más del doble que hace nueve años. Además, precisa que solo en España, en los últimos cuatro años han abierto once nuevos Centros de Día, ocho programas de familia y seis programas de acogimiento, entre muchos otros.

Aldeas Infantiles recuerda que la pobreza infantil en España y en Europa ha aumentado en la última década y precisa que en España el 31,7 por ciento de los menores de 16 años están en riesgo de exclusión social.

"Es preciso fortalecer los servicios sociales dedicados a la infancia y la capacidad económica de los hogares vulnerables", asegura el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig, que explica cómo la organización ha multiplicado por 2,5 el número de niños atendidos desde que en 2008 se desencadenase la crisis económica.

Aldeas Infantiles cuenta en España con 21 Centros de Día desde los que se atiende a familias en situación de riesgo o exclusión social. En ellos se ofrece orientación a los padres para que puedan cuidar mejor de sus hijos y se brinda a los niños los recursos necesarios para favorecer su desarrollo físico, intelectual y emocional.

Según cuenta Puig, "se trata de familias con un bajo nivel adquisitivo, con dificultades para pagar la electricidad y mantener la vivienda caliente en los meses de invierno, que no pueden comer carne, pollo o pescado cada dos días ni hacer frente a gastos imprevistos". En 2016, la ONG atendió a través de sus Centros de Día a 1.153 niños y 586 familias.

Ante esta situación, y en el contexto de la Estrategia Europa 2020, por la que España tiene el objetivo de reducir en 1,4 millones el número de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, la organización aboga por un incremento progresivo de la partida del PIB dedicada a la infancia del 1,4 por ciento actual hasta el 2,3 por ciento de la media europea.

Asimismo, propone aumentar la prestación por hijo a cargo hasta llegar a los 1.200 euros anuales y crear un fondo social de reserva que garantice la inversión en la infancia.